La primera vez

Por Luis E. Larra Lomas

Siempre hay una primera vez para todo. La mía durmiendo con mosquitera tuvo lugar ayer, fiesta de San Fermín, en Juba, capital de Sudan Meridional. Fue en la Casa Provincial de los Misioneros Combonianos, en una de las habitaciones en las que nos hospedamos los tres viajeros de este periplo que nos ha traído desde Nairobi a una de las zonas donde permaneceremos al menos durante quince días.

Me indica la habitación el Hno Alberto Lamana, comboniano español, que ha ido a recogernos al aeropuerto internacional de Juba, un complejo destartalado y caótico que de internacional tiene sólo el nombre y de aeropuerto una única pista. La habitación es amplia, incluso con baño dentro (una taza de aquella manera y una ducha sin plato), sencilla pero digna: el suelo es de cemento y las paredes necesitan una mano de pintura y algo más…

Mi mirada se clava inmediatamente en la dichosa mosquitera. Ya sé que lo que pueda decir a muchos les puede parecer tópico y manido, pero a mí esta tela blanca con pequeños agujeros me impone. La mosquitera está sujeta por cuatro palos irregulares atados con alambre a las patas de la cama. La gasa está recogida en la parte superior, pero antes de tocarla pregunto a los entendidos, como para decirles que no me han dejado el manual de instrucciones.

El Hno. Antonio, comboniano portugués, me dice (imagino que exagerando un poco) que lo ideal es meter la tela debajo del colchón por tres de los cuatro lados de la cama y una vez que estás dentro hacer lo mismo por el lado que te has metido. Hablo aparte con el Hno. Valentino, comboniano italiano que lleva en Sudán más de 50 años, y me cuenta que él duerme a pelo, sin protección, desde hace muchos años, no por imprudencia sino por convicción: renunció a la mosquitera porque el bicho, por motivos constatables, busca más la sangre africana… Yo pongo cara de circunstancias y me callo.

Al final, llegada la hora de acostarme, hago caso al Hno. Antonio y cierro a cal y canto mi cama, casi precintándola, y ya dentro en pijama de arriba abajo, trato de olvidar el fino manto blanco que me envuelve, repasando lo más chocante de este día: el vuelo Nairobi-Juba contemplando a vista de pájaro el contraste entre la aridez del norte de Kenia y el verdor del sur de Sudán, el frescor a punto de lluvia de Nairobi y el calor húmedo de Juba, el traslado a pie desde la casa de los combonianos a la sede de la emisora Radio Bakhita, la conversación con la directora de la emisora, la Hna. Cecilia, una misionera comboniana mexicana de armas tomar, la cerveza local degustada con ella, mis dos compañeros de viaje, el Hno. Alberto y el obispo auxiliar de Jartum, Mons. Daniel, a orillas del Nilo… Qué más se puede pedir la primera vez en Juba y durmiendo con mosquitera.

PD. Lo dicho, siempre hay una primera vez para todo, también para la selección española en la final del Mundial de Fútbol. Pero para mí en esta ocasión ha sido la segunda vez en mi vida que he sentido pasión por el fútbol y “La Roja”: la primera vez fue hace dos años en Lusaka, capital de Zambia, cuando en otro viaje de Mundo Negro seguimos la final de la Copa de Europa frente a Alemania (como hoy) al grito de “español, español, español”, y la segunda aquí, en Juba, junto a este puñado de buena gente misionera. Y como no hay dos sin tres, estamos esperando que llegue la gran final del domingo: a por ellos, que son holandeses, oé…

Acerca de Entre Kenia y Sudán Meridional

Los redactores de la revista Mundo Negro Luis Esteban Larra y África González nos cuentan su viaje por Kenia y Sudán Meridional.
Esta entrada fue publicada en Crónica de Luis Esteban Larra y etiquetada , , , . Guarda el enlace permanente.

2 respuestas a La primera vez

  1. Javier Sánchez dijo:

    La maldita amenaza de la malaria. En mis viajes por África yo al final acababa encomendándome a los antipalúdicos, porque por mucho que te pongas manga larga, repelente y lo que sea, los mosquitos si quieren picarte, te pican. Aunque también tiene algo especial lo de dormir envuelto. Es como estar en una burbuja. Disfrutad mucho del viaje. Os seguiré la pista.

  2. ¡Qué recuerdos tan bonitos me vienen a la mente Luis Esteban! Yo estuve por Juba en el 2006 y al leer tus primeras impresiones revivo con alegría los meses que estuve por allá. Gracias por compartir las vivencias y acercarnos África a los que ahora estamos físicamente lejos de ella…

Deja un comentario